Texto elaborado y leído en la reunión de la Comisión Ejecutiva del Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música, el lunes 9 de julio de 2018.
Por Jacobo Pallarés. Presidente de la Red de Teatros Alternativos, co-director de Espacio Inestable (sala socia de la Red) y miembro del Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM-Ministerio de Cultura y Deporte).

Es el momento. También decir que ya fue el momento. Y que los momentos pasan y que las ilusiones se gastan, bueno, en nuestro sector, no se gastan, se afianzan y se expanden, pero no dan de comer.
La Red de Teatros Alternativos lleva 25 años trabajando en red, compartiendo y dialogando con las artes escénicas contemporáneas. Nos hemos adaptado a todas las crisis que nos ha tocado vivir y seguimos haciéndolo. Somos rebeldes porque hay mucho sobre lo que rebelarse. Y mientras nos rebelamos sumamos socios, amigos, viajeros que andan por estos caminos de la creación contemporánea como nosotros, precarios e ilusionados. Cada vez somos más y los que ya estaban somos más fuertes, más activos, más expandidos, más relacionales… han sido nuestras tácticas para sufrir los enormes recortes que nos han causado las administraciones públicas tanto autonómicas, como nacionales, como europeas, a petición de los gobernantes.
La Red de Teatros Alternativos, estos 4 años desde 2014, en los que puedo hablar como presidente y que llevo en el Consejo Estatal, nos hemos acoplado como ya lo hiciéramos años antes, a la nueva realidad recortada de manera convincente: con más actividad, más programación, más espectadores, más proyectos en red nacionales e internacionales; hemos organizado encuentros internacionales en nuestro país, hemos fundado una plataforma europea con distintas organizaciones europeas, estamos creando un borrador para hacer también una plataforma de intercambio y proyectos con Iberoamérica (México, Chile, Argentina, Uruguay…), hemos recuperado los Encuentros de Creación de Magalia en Santander, hemos cerrado un estudio sobre las salas de la Red de Teatros Alternativos que nos da también una panorámica sobre la creación contemporánea española, y ahora estamos cerrando, al constatar en el anterior estudio una serie de ítems interesantes, otro estudio con creadores escénicos nacionales relacionados con las salas independientes, para encontrar fórmulas de trabajo adecuadas y modernas y crear relacionales orgánicas a largo plazo… es decir, nos encontramos ante una red activa, potente, reflexiva, crítica consigo misma y con su entorno, dinámica y con un carácter fuertemente marcado de trabajo en red tanto nacional como internacional.
Y ante todo esto y por todo esto decimos: basta.
Y no decimos basta por nosotros solo. Decimos basta por todo el sector. Podemos seguir trabajando ilusionados, con ahínco, con desmesura, con pasión, pensando que somos proyectos públicos que cumplimos función pública, que cumplimos una función social, nos podemos convencer de todos estos argumentos y colocarnos un aura tan sólida y mitificada como una Constitución, pero sin presupuesto estaremos limitados para siempre. Recordad que nuestro oficio es como una tienda que vende ventiladores en el polo norte, que no somos en una amplia mayoría rentables económicamente ni a lo mejor lo buscamos, sino que somos rentables artística y socialmente. Que un país que no lucha por su cultura no es más que un paraíso fiscal. Y para luchar por la cultura sobresaliente de este país desde hace siglos hace falta presupuesto. Las buenas intenciones, la sensibilidad y los abrazos no dan de comer.
Seguimos con los mismos presupuestos recortados, anémicos… ¿qué creadores/compañías puede hacer 15 bolos por distintas comunidades con 9.000 euros y pagar a 4 actores a precio de convenio? ¿Quién puede pagar 2.500 euros por cada bolo que hace una compañía en una sala y multiplicarlo por 24 funciones de compañías de fuera? ¿Quién puede pagar esos 60.000 euros con aforos de 100 personas y con una ayuda del INAEM de media de 13.000 euros?
¿Qué tipo de cultura queréis tutelar? ¿Una cultura precaria, insostenible, dependiente que siga viviendo como una enorme mentira?
La cultura escénica española es de las más potentes a nivel europeo, de las más efervescentes y creativas, dramaturgos, actores, directores… unos creativos impresionantes e infraestructuras que dan cobijo a las vanguardias, a la innovación, a la creatividad, a la dramaturgia, con planes, proyectos, programas… pero con una economía residual, famélica. Remedios Zafra dirá del sector cultural: “sujetos envueltos en precariedad y travestidos de un entusiasmo fingido, usado para aumentar su productividad a cambio de pago simbólicos o de esperanza de vida pospuesta”
Ya está bien. Solicitamos urgentemente un aumento de los presupuestos para la cultura. Para toda la cultura española y especialmente, por el lugar que ocupo, para la cultura escénica. No nos vale con bajadas de IVA y descuentos en los impuestos y en carnets para ver espectáculos, queremos trabajar con dignidad. Solicitamos dignidad, respeto, salir de la precariedad en la que hace tiempo nos metieron los gobernantes y las políticas neoliberales.
Porque si eso no se da nos iremos cayendo uno a uno, apagando las luces de los espacios escénicos, vaciando los asientos, finiquitando la creatividad escénica. Y ni siquiera tendremos fuerzas para quejarnos, para agruparnos y presionar, de lo esqueléticos que estaremos. Puede ser una exageración, una hipérbole, pero he visto, hemos visto compañeros de profesión dejando sus trabajos, cerrando sus puertas, aumentando sus deudas, haciendo ricos a los bancos y llorar en los pasillos y salir corriendo a buscar otro oficio y perder su valor añadido, sus capacidades adquiridas con cariño y tesón y con esfuerzo económico, todos conocemos el paro insaciable de las artes escénicas.
Podemos seguir manteniendo la mentira durante “x” tiempo, sacando las ayudas a las artes escénicas, recibiendo casi mil propuestas, dejando fuera cantidad, recogiendo más de lo que caben con estas ayudas, repartiendo por sensibilidad, alargando un año más la precariedad del sector, o de verdad tomar al asalto los presupuestos y dignificar este sector que no es un sector cualquiera. Antes que nosotros estuvieron: Lope de Rueda, Lope de Vega, Ana Caro, María Teresa León, Calderón, Mariana Vaca, Ángel Guimerá, Maria Rosa Gálvez, Valle, María Casares, Lorca, Aub, Margarita Xirgu…
Esto puede parecer pomposo: pero por ellos y por nosotros empujemos para salir de la precariedad en la que nos hundimos.