A pesar de la bajada de temperaturas, el sol planea por Las Naves del Marqués y las artistas lo aprovechan. El grupo de Laila Tafur, es ejemplo.
Respecto a este grupo y a este proyecto (Cuerpo a una canción), una de las artistas le ha dejado un mensaje a Mónica (la máquina de escribir que transcribe notas de manera anónima), que corresponde a un texto sobre el que están trabajando y que me ha parecido fantástico: El arte queer del fracaso, de Jack Halberstam. Os lo recomiendo.

La oficina anda a tope con la jornada de puertas abiertas de este sábado. Itinerarios, localización, información… ahí andan, sin parar. Por lo que les he escuchado, en estos Encuentros de Creación lo de compartir hacia fuera, con gente de Las Navas del Marqués y desde donde quieran acercarse, es importante. Lo entiendo perfectamente, a veces una se siente sola en este castillo, aunque por lo general, eso me encante.
Junto a cables, altavoces, papel y otros materiales, las artistas y oficina acumulan hoy paracetamol, pañuelos de papel y jengibre; estornudos y algo de malestar general, pero la actividad sigue adelante. Tengo la suerte de no pillar nada, por eso del no-cuerpo, así que sigo entre ellas a mis anchas.
Qué majo es Ángel, de producción. Ha dispuesto varios espacios para la basura, en la puerta de la oficina: orgánico, plástico y papel (de vidrio no hay nada por aquí). Y siempre está al quite cuando alguien necesita algo: desde vitaminas de la farmacia hasta mover un altavoz. Me gusta su pañuelo de flores, anoche lo llevé puesto por el claustro mientras ellas dormían. Por cierto, escuché voces que salían de una habitación, y me asusté. He aquí la responsable.